Resumen: La pugna en torno a la cuestión religiosa ha sido algo constante en la historia de España, en el desarrollo de nuestra sociedad. Debido a la polarización social, la memoria colectiva centra su atención en el siglo XX, sin embargo, el desarrollo de esta pugna en el siglo XIX permite ver el origen de problemas, que, en algunos casos, llegan hasta la actualidad. En este artículo se realizará una comparativa del tratamiento de la cuestión religiosa a través de los diferentes regímenes constitucionales que hubo durante el siglo XIX, sin duda, uno de los más convulsos. Dependiendo de quien tuvo la hegemonía en el Estado se realizaron grandes cambios constitucionales que repercutieron en el conjunto de la población, polarizando la sociedad y creando amplias resistencias a dichos cambios. La cuestión religiosa en España ha sido un factor determinante en nuestro desarrollo como país, es un aspecto que debe ser estudiado de forma imparcial para poder conocer cómo fue realmente nuestra historia y poder entender por qué hemos llegado a ser como somos y si los cambios que se han producido han sido en pro del progreso de la sociedad o al contrario.

1. Introducción a la cuestión religiosa en España

La cuestión religiosa ha tenido una gran importancia en España incluso en el propio proceso de conformación histórica como país. En todo el proceso de extensión de los reinos cristianos hacia el sur sobre territorios islámicos el componente religioso fue muy importante, hasta el punto de que sin él no se puede ni entender el proceso. Los reinos cristianos se fueron conformando y expandiendo hasta que con los Reyes Católicos se expulsó a los últimos musulmanes en el poder, en el Reino Nazarí de Granada. El propio sobrenombre de Isabel y Fernando como Reyes Católicos ya dice mucho de la importancia e influencia de la religión en todo el territorio peninsular bajo su dominio. En el proceso de colonización americano la evangelización también tuvo un papel vital. Tras el proceso de unificación de los reinos y la conformación histórica de España1, la religión católica siempre fue la religión del estado. Toda cuestión relacionada con ella, tanto de avance como de retroceso de su influencia, en la sociedad o el estado, siempre ha creado una gran conflictividad, una fuerte polarización social. Nuestra historia ha tenido guerras de religión como la lucha contra los reinos de Taifas o las guerras en los Países Bajos; expulsiones de moriscos y judíos 2 ; instituciones como la Inquisición para el mantenimiento de la fe; hemos tenido rupturas y concordatos con el Vaticano; desamortizaciones y expulsiones de instituciones religiosas como los jesuitas; prohibiciones de otras religiones, y muchos más sucesos relacionados con la cuestión religiosa.

Existe cierto rechazo por parte de algunos sectores a estudiar y valorar la cuestión religiosa en España. Independientemente de la posición o pensamiento que se tenga sobre la religión, nuestra historia no se puede comprender sin ella. Es parte de nuestra historia cultural. El desarrollo de la cuestión religiosa es fundamental, gran parte de nuestra historia se puede interpretar como esa lucha entre el oscurantismo religioso, esas fuerzas “tradicionales y conservadoras” en pugna con el progreso y con la laicización del Estado y de la sociedad; los derechos de libertad de expresión y los derechos individuales. Esta pugna, solo en parte, sigue existiendo hoy en día, por lo que sigue siendo de vital importancia el estudio de la cuestión religiosa y su desarrollo en el tiempo. Todo esto se puede observar a la perfección a lo largo del siglo XIX, se puede apreciar tanto en lo político como en lo social. Incluso se puede percibir claro todo lo desarrollado en las propias constituciones que se proclamaron a lo largo de todo el siglo.

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